Flogger:
Se conoce como
flogger a una
moda adolescente originaria de
Argentina, que está estrechamente relacionada con
Fotolog.com, un sitio web donde se suben fotos y donde sus usuarios pueden comentar en ellas.
Se volvió muy popular entre los
jóvenes, principalmente durante los años 2007 y 2008, transformándose en casi un hábito o forma de vida.
[1] Por dicha razón, a sus seguidores comúnmente suele considerárselos como
tribu urbana.
La palabra
flogger proviene de
"flog", apócope de
fotolog. La popularidad de un fotolog se basa en la cantidad de firmas (comentarios) diarias a las fotos y sus amigos/favoritos. Las fotos subidas en sus respectivos fotologs suelen ser
autorretratos.
Emos:
Emo es una
subcultura o
tribu urbana que tiene sus orígenes a mediados de la
década de 1980 en
Estados Unidos, más precisamente en
Washington D. C. como una cultura creada en torno al género musical
Emo derivado del
post-hardcore. En el caso los emos (subcultura) también escuchan otros géneros musicales que no son emo y en ocasiones los confunden alejándose así de los orígenes de éste término referido al ámbito musical. El ícono
emo suele caracterizarse por tener ropas negras combinadas con color rosa (en ocasiones también morado o rojo). La vestimenta emo suele confundirse y/o combinarse con la de los
góticos, darketos,
punkeros y los
scene.
Puncks:
El
punk es un
género musical dentro del
rock que emergió a mediados de los
años 1970. Éste género se caracteriza en la
industria musical por su actitud independiente y amateur. En sus inicios, el punk era una música muy simple y cruda, a veces descuidada: un tipo de rock sencillo, con
melodías simples de duraciones cortas, sonidos de
guitarras amplificadas poco controlados o ruidosos, pocos arreglos e
instrumentos, y, por lo general, de
compases y
tempos rápidos.
Las líneas de guitarra se caracterizan por su sencillez y la crudeza del sonido amplificado, generalmente creando un ambiente sonoro ruidoso o agresivo heredado del
garage rock. El
bajo, por lo general, sigue sólo la línea del
acorde y no busca adornar con
octavas ni arreglos la melodía. La
batería por su parte lleva un
tempo acelerado, con ritmos sencillos de rock. Las voces varían desde expresiones fuertes e incluso violentas o desgarradas, expresivas caricaturas cantadas que alteran los parámetros convencionales de la acción del cantante, hasta formas más melódicas y elaboradas.